Cuanto dolor o situaciones dolorosas se presentan en este paìs. Digo, Venezuela te quiero, pero quièn es Venezuela, somos todos los que vivimos en este pedazo de territorio! Es decir que los venezolanos no somos felices. El contraste en el que vivimos conlleva un sufrimiento. Y no son situaciones mediàticas, son reales y humanas. Una cara de la moneda nos proyecta una realidad en la que nuestra gente experimenta la pobreza extrema, la violencia, el poco valor hacia la vida, el acoso, la inseguridad, el inmediatismo, las deficiencias de las polìticas pùblicas, el uso irracional de los recursos pùblicos, el abandono cultural en general. La otra cara de la moneda, es un despliegue de recursos de todo tipo que en un contexto de inicios de una campaña electoral, se ponen rapidamente al servicio de intereses grupales e individuales. Es el mercado polìtico que se activa alrededor del ùnico objetivo que interesa a los actuales actores polìticos venezolanos: la preservaciòn o conquista absoluta del poder. Fuera de ese objetivo, sòlo hay hipocresia y a veces cinismo.
Nunca como ahora se habían combinado en forma tan perfecta, la banalidad, la indiferencia, la falta de ética con la miseria (material y espiritual), la pobreza e indigencia. Sumidos en este clima cultural que nos deja huèrfanos de todo principio, de todo referente, que no sea el que impone el mercado político venezolano. Lanzados al vacío justo en un momento en el que se han perdido los pocos espacios que en otros tiempo representaban cierta seguridad desde el punto de vista material para la gente de menores recursos y para aquellos que día a día luchan para no caer en el abismo del empobrecimiento y la violencia ciudadana.
Esta cara de la moneda no le presenta interlocutores a los venezolanos, les ofrece un partido, "el partido" y un candidato. Las opciones, si es que las hay, aparecen digeridas en el pragmático evento y bajo la lógica de conveniencia del voto . El lema es votar y votar. He ahí el paradigma salvador en este mercado político. Ese es el diente maldito que nos roe!!
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